"Siendo un Embajador"
Lectura 2 Corintios 5:14-21.
[Dios] nos encargó a nosotros la Palabra de la reconciliación. Así que somos embajadores en nombre de Cristo -2 Corintios 5:19-20.
Después de visitar un refugio para personas sin hogar, algunos adolescente se morían por expresar lo que habían experimentado. Llenos de emoción, escribieron acerca de visitas a hombres y mujeres de todas la edades que eran pobres e indigentes.
Un adolescente escribió: "Hablé con un veterano de Vietnam y le dije que en el cielo tendría un cuerpo nuevo. Pude tranquilizarle en su fe".
Otro dijo: "Un muchacho llamado Miguel me mostró que, incluso cuando estaba viviendo en un refugio para personas sin hogar, tener fe marcaba para él toda la diferencia".
Y otro escribio: "Hablé con un hombre que casi había dejado de creer en Dios. Traté de alentarle en su fe".
En su deseo de compartir el mensaje de reconciliación de Dios, estos adolescentes quedaron sorprendidos al encontrar que algunas de las personas con las que hablaban ya conocían a Dios. Superando el malestar de las diferencias entre ellos, los muchachos descubrieron a personas que necesitaban la tranquilidad y seguridad de que Dios seguía cuidando de ellas. El papel de los adolescentes cambió de compartir las buenas nuevas a guiar a sus nuevos amigos hacia una fe más profunda.
Ser "embajadores de Cristo" (2 Corintios 5:20) abre puertas de oportunidad, tanto para compartir el Evangelio como para fortalecer a los que están luchando. Busca a alguien hoy que necesite aliento o "la palabra de la reconciliación" (v.19).
UNA PALABRA DE ALIENTO PUEDE MARCAR LA DIFERENCIA ENTRE RENDIRSE Y CONTINUAR...
[Dios] nos encargó a nosotros la Palabra de la reconciliación. Así que somos embajadores en nombre de Cristo -2 Corintios 5:19-20.
Después de visitar un refugio para personas sin hogar, algunos adolescente se morían por expresar lo que habían experimentado. Llenos de emoción, escribieron acerca de visitas a hombres y mujeres de todas la edades que eran pobres e indigentes.
Un adolescente escribió: "Hablé con un veterano de Vietnam y le dije que en el cielo tendría un cuerpo nuevo. Pude tranquilizarle en su fe".
Otro dijo: "Un muchacho llamado Miguel me mostró que, incluso cuando estaba viviendo en un refugio para personas sin hogar, tener fe marcaba para él toda la diferencia".
Y otro escribio: "Hablé con un hombre que casi había dejado de creer en Dios. Traté de alentarle en su fe".
En su deseo de compartir el mensaje de reconciliación de Dios, estos adolescentes quedaron sorprendidos al encontrar que algunas de las personas con las que hablaban ya conocían a Dios. Superando el malestar de las diferencias entre ellos, los muchachos descubrieron a personas que necesitaban la tranquilidad y seguridad de que Dios seguía cuidando de ellas. El papel de los adolescentes cambió de compartir las buenas nuevas a guiar a sus nuevos amigos hacia una fe más profunda.
Ser "embajadores de Cristo" (2 Corintios 5:20) abre puertas de oportunidad, tanto para compartir el Evangelio como para fortalecer a los que están luchando. Busca a alguien hoy que necesite aliento o "la palabra de la reconciliación" (v.19).
UNA PALABRA DE ALIENTO PUEDE MARCAR LA DIFERENCIA ENTRE RENDIRSE Y CONTINUAR...
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