"Levanto Mis Manos a Dios"
“LEVANTO MIS MANOS HACIA A DIOS”
Salmos 63:1-4. 1-Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas, 2-Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario. 3-Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. 4-Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.
Ha pasado el tiempo desde que pensé, que nadie me escuchaba en los momentos difíciles, nuestra naturaleza humana nos indica que estamos solos y no recurrimos a nadie, sin saber que tenemos a Dios de nuestro lado, en nuestra vida, de niños nos acercamos primeramente a nuestros padres, para solicitar orientación, pero al pasar el tiempo nos independizamos de ellos, buscando la solución nosotros mismos.
Pero recordemos como hacíamos cuando mama, nos ayudaba le dábamos un abrazo de agradecimiento, ese momento nos sentíamos felices emocionados de haber recibido ayuda de alguien a quien queremos, recuerdo que un día llegue de trabajar, y mi hijo entonces tenia 5 años, llego corriendo con las manos levantadas, diciendo papi, papi al levantarlo me dio un abrazo y un beso dándome mucho gusto.3
Cualquier forma de lenguaje corporal enmarca de nuevo la mente. El movimiento estimula nuestros sentidos. Esto es anatomía básica. En la escuela, levantábamos nuestras manos para pasar lista de presente o responder a la pregunta del profesor.
En los deportes, levantamos nuestras manos para recibir la pelota. Al agradecer a un amigo por un obsequio, extendemos nuestras manos en gratitud. De igual forma, en el acto de la adoración, nada es más lógico que levantar o extender nuestras manos para inquirir del Señor o recibir de su abundancia, o expresar nuestras gracias. Y ello es bíblico.
Levantar las manos, se relaciona con el sacrificio del atardecer. Aunque se refiere a una práctica sacerdotal antigua, es igualmente apropiada para nosotros hoy. El sacrificio vespertino puede ser un ritual valioso en la vida del creyente. Es simplemente una oración en la que devolvemos todo lo que Dios ha invertido en nosotros para que cumplamos su voluntad en ese día.
Los seres humanos no fuimos creados para recibir adulación. Retener la alabanza para o con nosotros inflará nuestra auto percepción. Después de todo, Dios nos impartió nuestros talentos. Nos los prestó. Como siervos de su reino, nuestro papel es reflejar cada día su gracia, mientras tomamos prestada su inversión en nuestras vidas.
Por consiguiente, la mayordomía apropiada de cualquier éxito, elogio o premio recibido, mientras que estamos en los negocios del reino o en cualquier otra cosa, incluye el devolver ese acto de gratitud al Señor en oración, al final del día. Es natural, entonces, que junto con la oración, el sacrificio vespertino, uno levante manos santas afirmando: Aquí está, Señor, esto es realmente tuyo. Si la oración al anochecer le prepara a uno para dormir en paz, ¿Qué significado tiene levantar las manos en el proceso?
Nosotros vemos en diversas partes de la Biblia, que debemos ayudar a nuestros semejantes y líderes, sin pensarlo esto lo vemos en:
Éxodo 17:10-13 Aarón y Hur estuvieron parados junto a Moisés y sostuvieron sus brazos en alto para asegurar la victoria en contra de Amalec. También, necesitamos «levantar las manos» de nuestros líderes espirituales. Delegar un poco de responsabilidad, proporcionar una palabra de aliento u ofrecer una oración, son formas de reanimar a nuestros líderes espirituales en su trabajo.
Extender la mano» puede solo significar «sacarla», como cuando Tamar parió a Zara (Gn 38.28). O puede denotar un acto de amistad, como cuando Jonadab «extendió su mano» (en lugar de una espada) a Jehú para ayudarle a subir a su carruaje (2 R 10.15); levantar las manos en juramento, como hicieron los sacerdotes que «extendieron sus manos» prometiendo deshacerse de sus esposas extranjeras (Esdras 10.19); o bien «hacer» o «renovar» un pacto, como cuando los líderes de Israel se «comprometieron» («extendieron sus manos») a seguir a Salomón (1 Cr 29.24).
Lea 1 Timoteo 2.8 y Salmo 134.2. ¿Cómo es que el acto de levantar las manos es una señal de sumisión y dependencia?
Se usa de levantar «las manos caídas» (Heb 12.12); Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;
Nehemías 8:6. 6Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra.
1 Reyes 8.22 Salomón... extendió sus manos al cielo: Para alabar y dar gracias al Señor. El levantar las manos constituye frecuentemente en la Escritura una expresión de alabanza a Dios.
Salmo 3.2 La palabra Selah aparece setenta y una veces en Salmos y tres veces en Habacuc (3.3, 9, 13). A pesar de que su uso preciso se desconoce, lo más probable es que fuera un signo musical. Se dan tres sugerencias: (1) Era una indicación para que los cantantes y la orquesta interpretaran forte o crescendo. (2) Era una señal para levantar las manos o voces en adoración, o para que el sacerdote diera una bendición. (3) Era una palabra como «Amén» (así sea) o «Aleluya» (alabado sea el Señor).
¿Escriba una declaración breve sobre las razones para levantar las manos en adoración u oración?
“La adoración es el ejercicio de nuestro espíritu. Mientras más tiempo pasemos en su presencia, más audible será su voz; en consecuencia, cumpliremos su voluntad con mayor exactitud. Hablando en sentido figurado, el «acto» de la adoración es el salón de pesas en donde se ejercitan los atletas espirituales, en preparación para la «carrera» (Heb 12.1). Los cristianos fuertes incorporan el cuerpo entero en la adoración a nuestro Padre Celestial.
Descubramos el gozo de: Levantar manos santas, Estar en pie con reverencia Arrodillarse en deferencia, Aclamar con júbilo, Cantar en el Espíritu.
Nuestro gozo, oraciones y agradecimiento a Dios no debieran fluctuar con nuestras circunstancias o estados de ánimo. Obedecer estos tres mandamientos —estad siempre gozosos, orad sin cesar y dad gracias en todo— generalmente va contra nuestra inclinación natural. Cuando hacemos una decisión consciente para hacer lo que Dios dice, empezamos a ver a la gente desde una nueva perspectiva. Cuando hacemos la voluntad de Dios, descubrimos que es fácil estar gozoso y ser agradecido.
¿Piensa que se le hace más fácil a Dios amar a una persona cuando es buena? ¿Piensa allá en lo íntimo que Dios lo escogió porque usted se lo merecía? ¿Cree que la conducta de algunos es tan mala que Dios no puede salvarlos? Si piensa de esta manera no ha entendido bien que la salvación es gratuita. No puede ganarse, ni toda ni en parte; solo puede aceptarse con agradecimiento y alabanza.
En nuestros días todos tenemos varias formas de agradecer los que DIOS hace por nosotros dándole gracias, humillándonos, saltando de gozo, levantando las manos de agradecimiento pero la que mas aplicamos en nuestras vidas es la adoración solo les dejare una alabanza que expresa la forma de agradecer lo que DIOS hace por nosotros.
Samuel Hernandez.
"LEVANTO MIS MANOS"
AUTOR: Samuel Hernandez.
ALBUM: "Jesus siempre llega a tiempo".
Levanto mis manos Aunque no tenga fuerzas.
Levanto mis manos Aunque tenga mil problemas.
Coro:
Cuando levanto mis manos Comienzo a sentir
Una unción que me hace cantar.
Cuando levanto mis manos Comienzo a sentir El fuego.
Cuando levanto mis manos Mis cargas se van,
Nuevas fuerzas Tú me das.
Todo eso es posible, todo eso es posible,
Cuando levanto mis manos.
GLORIA A DIOS POR SU MAS INFINITA MISERICIRDIA ALELUYAAAAAAAAAAAAAAAA.
Salmos 63:1-4. 1-Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas, 2-Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario. 3-Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. 4-Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.
Ha pasado el tiempo desde que pensé, que nadie me escuchaba en los momentos difíciles, nuestra naturaleza humana nos indica que estamos solos y no recurrimos a nadie, sin saber que tenemos a Dios de nuestro lado, en nuestra vida, de niños nos acercamos primeramente a nuestros padres, para solicitar orientación, pero al pasar el tiempo nos independizamos de ellos, buscando la solución nosotros mismos.
Pero recordemos como hacíamos cuando mama, nos ayudaba le dábamos un abrazo de agradecimiento, ese momento nos sentíamos felices emocionados de haber recibido ayuda de alguien a quien queremos, recuerdo que un día llegue de trabajar, y mi hijo entonces tenia 5 años, llego corriendo con las manos levantadas, diciendo papi, papi al levantarlo me dio un abrazo y un beso dándome mucho gusto.3
Cualquier forma de lenguaje corporal enmarca de nuevo la mente. El movimiento estimula nuestros sentidos. Esto es anatomía básica. En la escuela, levantábamos nuestras manos para pasar lista de presente o responder a la pregunta del profesor.
En los deportes, levantamos nuestras manos para recibir la pelota. Al agradecer a un amigo por un obsequio, extendemos nuestras manos en gratitud. De igual forma, en el acto de la adoración, nada es más lógico que levantar o extender nuestras manos para inquirir del Señor o recibir de su abundancia, o expresar nuestras gracias. Y ello es bíblico.
Levantar las manos, se relaciona con el sacrificio del atardecer. Aunque se refiere a una práctica sacerdotal antigua, es igualmente apropiada para nosotros hoy. El sacrificio vespertino puede ser un ritual valioso en la vida del creyente. Es simplemente una oración en la que devolvemos todo lo que Dios ha invertido en nosotros para que cumplamos su voluntad en ese día.
Los seres humanos no fuimos creados para recibir adulación. Retener la alabanza para o con nosotros inflará nuestra auto percepción. Después de todo, Dios nos impartió nuestros talentos. Nos los prestó. Como siervos de su reino, nuestro papel es reflejar cada día su gracia, mientras tomamos prestada su inversión en nuestras vidas.
Por consiguiente, la mayordomía apropiada de cualquier éxito, elogio o premio recibido, mientras que estamos en los negocios del reino o en cualquier otra cosa, incluye el devolver ese acto de gratitud al Señor en oración, al final del día. Es natural, entonces, que junto con la oración, el sacrificio vespertino, uno levante manos santas afirmando: Aquí está, Señor, esto es realmente tuyo. Si la oración al anochecer le prepara a uno para dormir en paz, ¿Qué significado tiene levantar las manos en el proceso?
Nosotros vemos en diversas partes de la Biblia, que debemos ayudar a nuestros semejantes y líderes, sin pensarlo esto lo vemos en:
Éxodo 17:10-13 Aarón y Hur estuvieron parados junto a Moisés y sostuvieron sus brazos en alto para asegurar la victoria en contra de Amalec. También, necesitamos «levantar las manos» de nuestros líderes espirituales. Delegar un poco de responsabilidad, proporcionar una palabra de aliento u ofrecer una oración, son formas de reanimar a nuestros líderes espirituales en su trabajo.
Extender la mano» puede solo significar «sacarla», como cuando Tamar parió a Zara (Gn 38.28). O puede denotar un acto de amistad, como cuando Jonadab «extendió su mano» (en lugar de una espada) a Jehú para ayudarle a subir a su carruaje (2 R 10.15); levantar las manos en juramento, como hicieron los sacerdotes que «extendieron sus manos» prometiendo deshacerse de sus esposas extranjeras (Esdras 10.19); o bien «hacer» o «renovar» un pacto, como cuando los líderes de Israel se «comprometieron» («extendieron sus manos») a seguir a Salomón (1 Cr 29.24).
Lea 1 Timoteo 2.8 y Salmo 134.2. ¿Cómo es que el acto de levantar las manos es una señal de sumisión y dependencia?
Se usa de levantar «las manos caídas» (Heb 12.12); Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;
Nehemías 8:6. 6Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra.
1 Reyes 8.22 Salomón... extendió sus manos al cielo: Para alabar y dar gracias al Señor. El levantar las manos constituye frecuentemente en la Escritura una expresión de alabanza a Dios.
Salmo 3.2 La palabra Selah aparece setenta y una veces en Salmos y tres veces en Habacuc (3.3, 9, 13). A pesar de que su uso preciso se desconoce, lo más probable es que fuera un signo musical. Se dan tres sugerencias: (1) Era una indicación para que los cantantes y la orquesta interpretaran forte o crescendo. (2) Era una señal para levantar las manos o voces en adoración, o para que el sacerdote diera una bendición. (3) Era una palabra como «Amén» (así sea) o «Aleluya» (alabado sea el Señor).
¿Escriba una declaración breve sobre las razones para levantar las manos en adoración u oración?
“La adoración es el ejercicio de nuestro espíritu. Mientras más tiempo pasemos en su presencia, más audible será su voz; en consecuencia, cumpliremos su voluntad con mayor exactitud. Hablando en sentido figurado, el «acto» de la adoración es el salón de pesas en donde se ejercitan los atletas espirituales, en preparación para la «carrera» (Heb 12.1). Los cristianos fuertes incorporan el cuerpo entero en la adoración a nuestro Padre Celestial.
Descubramos el gozo de: Levantar manos santas, Estar en pie con reverencia Arrodillarse en deferencia, Aclamar con júbilo, Cantar en el Espíritu.
Nuestro gozo, oraciones y agradecimiento a Dios no debieran fluctuar con nuestras circunstancias o estados de ánimo. Obedecer estos tres mandamientos —estad siempre gozosos, orad sin cesar y dad gracias en todo— generalmente va contra nuestra inclinación natural. Cuando hacemos una decisión consciente para hacer lo que Dios dice, empezamos a ver a la gente desde una nueva perspectiva. Cuando hacemos la voluntad de Dios, descubrimos que es fácil estar gozoso y ser agradecido.
¿Piensa que se le hace más fácil a Dios amar a una persona cuando es buena? ¿Piensa allá en lo íntimo que Dios lo escogió porque usted se lo merecía? ¿Cree que la conducta de algunos es tan mala que Dios no puede salvarlos? Si piensa de esta manera no ha entendido bien que la salvación es gratuita. No puede ganarse, ni toda ni en parte; solo puede aceptarse con agradecimiento y alabanza.
En nuestros días todos tenemos varias formas de agradecer los que DIOS hace por nosotros dándole gracias, humillándonos, saltando de gozo, levantando las manos de agradecimiento pero la que mas aplicamos en nuestras vidas es la adoración solo les dejare una alabanza que expresa la forma de agradecer lo que DIOS hace por nosotros.
Samuel Hernandez.
"LEVANTO MIS MANOS"
AUTOR: Samuel Hernandez.
ALBUM: "Jesus siempre llega a tiempo".
Levanto mis manos Aunque no tenga fuerzas.
Levanto mis manos Aunque tenga mil problemas.
Coro:
Cuando levanto mis manos Comienzo a sentir
Una unción que me hace cantar.
Cuando levanto mis manos Comienzo a sentir El fuego.
Cuando levanto mis manos Mis cargas se van,
Nuevas fuerzas Tú me das.
Todo eso es posible, todo eso es posible,
Cuando levanto mis manos.
GLORIA A DIOS POR SU MAS INFINITA MISERICIRDIA ALELUYAAAAAAAAAAAAAAAA.
1 comentarios:
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