"Pensamientos"
Si el Supremo Creador te ha dado un hijo tiembla... Por el sagrado depósito que te confiare. Haz que ese hijo: Hasta los diez años te admire. Hasta los 20 años te ame. Hasta la muerte te respete. Sé para ese hijo: Hasta los 10 años, su padre. Hasta los 20 años, su maestro. y hasta la muerte su amigo.
El éxito en el matrimonio es mas que hayar a la persona correcta, es ser la persona correcta.
El matrimonio nació en la mente de Dios, y fue producido por la mano creadora de Dios. La sociedad no creo el matrimonio, fue establecido por Dios.
Los momentos mas felices de mi vida son los que he pasado en el hogar, en el seno de mi familia.
La familia es una sociedad limitada en numero, pero una verdadera sociedad, anterior a toda nación o Estado, con derechos y deberes propios.
Con dinero se puede fundar una casa esplendida, pero no una familia dichosa.
¡Hijos!, venid en derredor; acuda vuestra madre también, ¡fiel compañera! Y levantad a Dios con fe sincera vuestra ferviente cándida oración. Él es quien nos reune y nos escuda, quien puso en nuestros labios la sonrisa, da su aroma a la flor, vuelo a la brisa, luz a los astros, paz al corazón. -Carlos Guido.
Se cuenta la historia de un anciano maestro de la escuela alemana, que al entrar al aula por la mañana acostumbraba sacarse el sombrero y hacer una reverencia a sus alumnos. Al preguntarle sobre la acción dijo: "Uno nunca sabe que puede llegar a ser algún día uno de estos muchachos" Tenia razón, porque uno de los alumnos se llamaba Martín Lutero.
Fuente: Boletín Dominical No. 31 de Iglesia Presbiteriana Bethel Central del año 2006.
El éxito en el matrimonio es mas que hayar a la persona correcta, es ser la persona correcta.
El matrimonio nació en la mente de Dios, y fue producido por la mano creadora de Dios. La sociedad no creo el matrimonio, fue establecido por Dios.
Los momentos mas felices de mi vida son los que he pasado en el hogar, en el seno de mi familia.
La familia es una sociedad limitada en numero, pero una verdadera sociedad, anterior a toda nación o Estado, con derechos y deberes propios.
Con dinero se puede fundar una casa esplendida, pero no una familia dichosa.
¡Hijos!, venid en derredor; acuda vuestra madre también, ¡fiel compañera! Y levantad a Dios con fe sincera vuestra ferviente cándida oración. Él es quien nos reune y nos escuda, quien puso en nuestros labios la sonrisa, da su aroma a la flor, vuelo a la brisa, luz a los astros, paz al corazón. -Carlos Guido.
Se cuenta la historia de un anciano maestro de la escuela alemana, que al entrar al aula por la mañana acostumbraba sacarse el sombrero y hacer una reverencia a sus alumnos. Al preguntarle sobre la acción dijo: "Uno nunca sabe que puede llegar a ser algún día uno de estos muchachos" Tenia razón, porque uno de los alumnos se llamaba Martín Lutero.
Fuente: Boletín Dominical No. 31 de Iglesia Presbiteriana Bethel Central del año 2006.
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