"La Navidad de Palitos"
Tengo fechas del año que me encantan, pero en especial los días desde el primero de Noviembre hasta el 6 de Enero (mi cumpleaños).
Esos días previos a Navidad son los mejores, ya se va el invierno y al salir del trabajo no es de noche, en fin, pero el mejor día es el 24 de Diciembre, podría decir por los regalos, como miles de personas, sin embargo no, es por el simple hecho de decir “Feliz cumpleaños Señor”.
Pero claro, de niño esa es la fecha de los regalos y del viejito, todo el comercio, la tele, los dibujos animados giran en torno al viejito y los regalos, con suerte amor y paz, pero de Jesús nada, eso es celebrar un cumpleaños dejando al festejado detrás de la ventana de la calle, o escondido al ultimo, la figura mas chica del pesebre aplastado por cintas, papeles, adornos, etc.
Recuerdo en especial la Navidad más pobre de mi historia, o la más rica al final, sabía y era consciente a mis 7 años de la mala situación económica de mis padres, nunca, gracias a Dios, fui un niño que pedía y pedía cosas. Mis juguetes eran una mariposa de madera, unos soldaditos y un mono de cartón hecho por mí, sin embargo esa Navidad deseaba una flauta dulce.
Recuerdo que camino de regreso a casa, después de un culto navideño mi papá me hablo todo el camino de lo mal que estábamos y de que no habían regalos, comida y pan de pascua por supuesto, mi papá es un genio, pues gracias a el nunca nos faltara alimento. Lo entendí, pero un niño de 7 años aún guarda un rinconcito de esperanza.
Cenamos y dieron las 12 de la noche. Todavía comíamos y escuchaba los juegos artificiales, todavía no prohibidos en esos años, las chispitas iluminando, los voladores explotando, las viejas copuchando, perdón reventando y mis dos mejores amigos andando en sus bicicletas nuevas paseándose fuera de mi casa.
Termine rápido la carne y pregunte si había algo para mi y si había!!, un pito de palo y un camión, de $50, los mire, agradecí y quería salir con mis amigos a disfrutar “sus” regalos, mi papá me miro con un rostro de tristeza y un dejo de “disculpa hijo”, lo mire con compasión y le dije “dame plata”, se toco los bolsillos y saco todo lo que tenia para mí, la suma de… $35, lo mire lo abrace y partí al negocio de “Don Víctor”.
Me alcanzaba para una mísera chispita, que duraría un minuto y menos, y un chicle de $5. No, tenía que hacer dudar mi plata, así que compre dos cajas de fósforos de $15 y mi chicle, mis amigos me invitaban a jugar con ellos, con sus juguetes y que yo sacara los míos, pero entre deprisa al patio y uno por uno quemaba los palitos de fósforos impulsándolos por el dedo índice, y fueron los mejores juegos artificiales de mi niñez, uno a uno volaban encendiendo mi alma, y una a una mis lagrimas caían y le dije al Señor “Feliz cumpleaños Jesús”, y la presencia de Dios me envolvió, me abrazo, besó mi frente y me dijo “nunca te va a faltar un regalo ni mi presencia”, y así ha sido, a los años siguientes me llegaron: una bicicleta, mejor que los demás, guitarras, un telescopio, autitos, relojes, ropa, plata, etc, etc, etc.
Comprendí a los 7 años que la Navidad era estar con el cumpleañero y no con los regalos, y tú ¿Qué celebraras el próximo 24 de Diciembre?
Esos días previos a Navidad son los mejores, ya se va el invierno y al salir del trabajo no es de noche, en fin, pero el mejor día es el 24 de Diciembre, podría decir por los regalos, como miles de personas, sin embargo no, es por el simple hecho de decir “Feliz cumpleaños Señor”.
Pero claro, de niño esa es la fecha de los regalos y del viejito, todo el comercio, la tele, los dibujos animados giran en torno al viejito y los regalos, con suerte amor y paz, pero de Jesús nada, eso es celebrar un cumpleaños dejando al festejado detrás de la ventana de la calle, o escondido al ultimo, la figura mas chica del pesebre aplastado por cintas, papeles, adornos, etc.
Recuerdo en especial la Navidad más pobre de mi historia, o la más rica al final, sabía y era consciente a mis 7 años de la mala situación económica de mis padres, nunca, gracias a Dios, fui un niño que pedía y pedía cosas. Mis juguetes eran una mariposa de madera, unos soldaditos y un mono de cartón hecho por mí, sin embargo esa Navidad deseaba una flauta dulce.
Recuerdo que camino de regreso a casa, después de un culto navideño mi papá me hablo todo el camino de lo mal que estábamos y de que no habían regalos, comida y pan de pascua por supuesto, mi papá es un genio, pues gracias a el nunca nos faltara alimento. Lo entendí, pero un niño de 7 años aún guarda un rinconcito de esperanza.
Cenamos y dieron las 12 de la noche. Todavía comíamos y escuchaba los juegos artificiales, todavía no prohibidos en esos años, las chispitas iluminando, los voladores explotando, las viejas copuchando, perdón reventando y mis dos mejores amigos andando en sus bicicletas nuevas paseándose fuera de mi casa.
Termine rápido la carne y pregunte si había algo para mi y si había!!, un pito de palo y un camión, de $50, los mire, agradecí y quería salir con mis amigos a disfrutar “sus” regalos, mi papá me miro con un rostro de tristeza y un dejo de “disculpa hijo”, lo mire con compasión y le dije “dame plata”, se toco los bolsillos y saco todo lo que tenia para mí, la suma de… $35, lo mire lo abrace y partí al negocio de “Don Víctor”.
Me alcanzaba para una mísera chispita, que duraría un minuto y menos, y un chicle de $5. No, tenía que hacer dudar mi plata, así que compre dos cajas de fósforos de $15 y mi chicle, mis amigos me invitaban a jugar con ellos, con sus juguetes y que yo sacara los míos, pero entre deprisa al patio y uno por uno quemaba los palitos de fósforos impulsándolos por el dedo índice, y fueron los mejores juegos artificiales de mi niñez, uno a uno volaban encendiendo mi alma, y una a una mis lagrimas caían y le dije al Señor “Feliz cumpleaños Jesús”, y la presencia de Dios me envolvió, me abrazo, besó mi frente y me dijo “nunca te va a faltar un regalo ni mi presencia”, y así ha sido, a los años siguientes me llegaron: una bicicleta, mejor que los demás, guitarras, un telescopio, autitos, relojes, ropa, plata, etc, etc, etc.
Comprendí a los 7 años que la Navidad era estar con el cumpleañero y no con los regalos, y tú ¿Qué celebraras el próximo 24 de Diciembre?
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